Pocos profesionales hay más polifacéticos e interesantes en el siempre complicado mundo del show business español que Tirso Calero. Del teatro al cine, de la producción ejecutiva al guion, de las novelas a la dirección, se podría decir que este alicantino ha tocado todos los palos (y todos con acierto) del sector.
Desde The Citizen hemos querido charlar con él aprovechando el estreno de “Tarántula”, su última creación teatral y una de las propuestas teatrales más esperadas de este 2021.

 

Tirso Calero: abogado, guionista, escritor, productor, autor teatral, escritor, director… no te cabrá todo en tu tarjeta…

Jajajaja… yo me licencié en derecho y estaba a punto de empezar a trabajar como abogado pero sentí “la llamada” y me fui de Alicante, me vine a Madrid con la inconsciencia de un chaval de 23 años y con muchas ganas de comerme el mundo. Sobre todo quería escribir, que era mi pasión, para el mundo audiovisual, escribir cosas que se pudieran ver en una pantalla. Me daba igual si era cine o televisión. Luego ya en Madrid tuve la suerte de entrar a trabajar en una productora importante. Pero no para series, sino programas de televisión como concursos, shows, etc. y más tarde vino la ficción propiamente dicha, al comenzar a trabajar en diferentes series de televisión.

Si tuvieses que elegir una profesión, marcar una sola casilla…

Me definiría como guionista. Es verdad que los últimos diez años he estado trabajando como jefe de guionistas, pero sigo siendo guionista.

¿Es difícil cambiar el rol de ser guionista o director de guionistas a productor ejecutivo?

El problema es que ahí estás en medio. Cuando asumes un papel así en una serie de televisión te pones en el medio de las dos partes. Por un lado tienes que entender el interés económico de la productora para la que trabajas, pero por el otro no puedes renunciar a la creatividad y a lo que tú quieres contar. Luego hay una parte muy importante que no es ni la productora, ni el equipo creativo, que es la cadena o la plataforma. No tenemos que olvidar que ellos son los clientes. Y en cualquier tienda, en cualquier negocio, el cliente tiene razón.

Cuando has sido showruner y vuelves a ser guionista, no debe ser sencillo y tienes que volver a ubicarte…

Totalmente, eso forma parte de tu trabajo. Tienes que saber dónde estás. Actualmente soy guionista de la serie “Cuéntame”, y no entro en temas de producción ni nada, yo me tengo que dedicar exclusivamente a escribir lo mejor posible, a trabajar los guiones. Uno tiene que saber un poco donde juega. En cine a veces me toca hacer guiones para otros directores, otras solamente los hago para mi… Yo creo mucho en la especialización, tanto en el cine como en la televisión y el teatro. Son trabajos en equipo y cada uno tiene que sabery tener muy claro lo que le toca.

“Cuando te pica el veneno del teatro, es difícil sustraerse a él”

Has estado en todos los frentes, y puedes comparar… ¿qué es lo que le resulta más difícil de ser guionista en esta profesión?

En cine lo más dificultoso es tener paciencia. Es decir, uno cuando escribe una historia para el cine sabe que no antes de tres años, y con suerte, estará en la pantalla. Y llega un momento que cuando lo ves, ni te acuerdas de lo que escribiste. La ventaja del teatro, tanto como autor como de director, es que puedes ver la reacción del público de forma inmediata, durante el pase de la función. Puede parecer un tópico pero cuando te pica el veneno del teatro es difícil sustraerse a él. A mi me encanta el teatro, es fascinante. Hay algo parecido al mundo del teatro, que es hacer televisión en directo, donde también esa adrenalina y ese enganche es muy especial.

El tópico de que el teatro es algo muy especial para los autores va a ser verdad…

Sí, es cierto. Para mi hay una comunión muy especial con el público. Me recarga de energías, me devuelve la ilusión en creer lo que uno está haciendo. A veces en la televisión, escribes los guiones, ves los capítulos y todo se basa en los datos de audiencia. No sabes muy bien realmente si has conseguido un éxito o no. En teatro si haces una función y el público sale satisfecho de ella, no hay dinero que lo pague. Es muy gratificante, “Tarántula” es la sexta obra que escribo y aunque todas mis son personales también las intento hacer comerciales (en el mejor sentido de la palabra), buscando que la obra conecte con el público.

Y nos vamos de estreno, y nada más u nada menos que en Madrid… presentación de “Tarántula” esta misma semana, el miercoles 7 de julio…

Sí, bueno, hay dos fórmulas. La primera es hacer la gira por España, que es lo que hacías tradicionalmente y duraba aproximadamente un año, y cuyo colofón final era Madrid. La otra fórmula es arrancar en Madrid, que sirve para que los programadores la vean y lean críticas. Y después de Madrid, te vas de gira. Nosotros estrenamos en Madrid, en el Teatro Reina Victoria, donde estaremos un mes, con veinte funciones completas, todo el mes de julio y luego en septiembre empezamos la gira. Creo que podemos aguantar unos siete u ocho meses con la gira. Ahora están saliendo bastantes bolos, la gente está comprando la entrada sin haber visto la obra.

La obra es una propuesta totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados y  creo que por eso gusta tanto a los programadores. No se suele hacer teatro de género, de suspense. Por ejemplo en Inglaterra hay mucho, “La mujer de negro”, es un claro ejemplo de este tipo de teatro de suspense o terror, o las obras de Agatha Christie un clásico de las que se hacen generalmente en el mundo anglosajón. En cambio en España el 80-90% de las obras que hay actualmente en cartelera son comedia. Es lo más fácil para hacer.

¿Es un momento complicado para arrancar ahora mismo en teatro?

Más complicado era hace un año… indudablemente es complicado, pero afortunadamente hay muy buenas perspectivas para lo que queda de 2021. La gente quiere volver a disfrutar de la cultura en general, tanto en cine como en teatro.

“En teatro había hecho comedia, yo creo que escribir comedia es la manera más fácil de tener un éxito en teatro”

Has trabajado más en comedia que en thriller…

En teatro siempre en comedia. Esta es la primera vez que abandono el género para hacer “Tarántula”. En televisión sí que he hecho de todo, desde series como “Amar en tiempos revueltos”, “Servir y proteger”, o “Bandolera” … es decir, una mezcla de géneros. En teatro había hecho comedia; yo creo que escribir comedia es la manera más fácil de tener un éxito en teatro. Es mucho más difícil el hacer algo distinto, es muy arriesgado, pero ahí está el reto.

 ¿Te ha resultado difícil pasar al thriller?

Me está resultando más difícil dirigirla que escribirla. Para mi la escritura no tenía demasiado misterio, domino las claves policiacas. He hecho muchos capítulos de “Servir y proteger”. Pero el como trasladar eso a una acción de tiempo, a tiempo real, es muy difícil.

 ¿Qué te gusta más escribir o dirigir el teatro?

En el caso del teatro me gustan las dos cosas. Pero por ejemplo, en televisión y cine me gusta más escribir que dirigir… es verdad que soy una persona poco paciente. Dirigir televisión y cine es estar sentado en un sillón por mucho tiempo, es muy lento todo. Para alguien nervioso como yo, es desesperante. En la escritura me pongo delante del ordenador y yo lo agradezco.

“Tarántula es un ejercicio de reflexión sobre el escenario”

¿Cómo definirías “Tarántula” con una palabra?

Suspense. En los 90 minutos que dura la función, la palabra suspense está latente todo el tiempo. Pero lo definiría como un ejercicio de reflexión sobre el escenario. Me he inspirado en películas clásicas, adaptando a los tiempos actuales. Ahora mismo el espectador está acostumbrado a recibir mucha información y muy deprisa, por lo que me he adaptado a los nuevos tiempos.

¿Por qué debemos ver “Tarántula”?

Para pasar un poco de miedo. Para olvidarse 90 minutos de los problemas del día a día, para volver a conectar con esos sustos que nos llegaban cuando éramos más jóvenes. El reparto es extraordinario, con actores de la talla de Armando Del Río, Laia Alemany y Alex Barahona.  Y bueno, para tener una experiencia en teatro poco común.