Escribir sobre la problemática LGTBI no es fácil. Se ha dicho (escrito) mucho y de manera más o menos acertada. Y si a eso le sumamos presentar la propuesta en la siempre complicada forma de monólogo, todavía complica más el guion.
Pero “Johny Chico” merece la pena. Y mucho. En esta obra del autor australiano Stephen House se nos presenta el conflicto existencial de un joven que recién aterrizado de un pueblo trata de sobrevivir en la ciudad. Hay humor, pero también sangre, todo teñido de una amarga dosis de realidad. Se busca amar pero sobre todo ser amado, no de una manera sexual o romántica, sino ser aceptado por el mundo, su mundo. Curiosamente esta pieza tiene ya 3 décadas pero no ha perdido ni un ápice de actualidad, cambiando Australia por España y los 90´s por el 2021.
«Hay humor, pero también sangre, todo teñido de una amarga dosis de realidad»
Esta obra, magníficamente puesta en escena (responsabilidad de Eduard Costa, un joven valenciano con una interesante carrera como director y dramaturgo), donde hay muchos personajes pero con un solo actor.) Johny Chico, representado por Victor Palmero, te hace pensar y reflexionar, pero también se hace entretenida. Es una historia de autodestrucción, en un texto nada sencillo y es que el personaje principal, Johnny Chico, atraviesa por una gran cantidad de situaciones y emociones, en una atmósfera violenta y sexualmente explicita. Una historia desgarradora que no deja indiferente.
Del 9 de octubre al 18 de diciembre de 2021. Teatro Lara – Sala Cándido Lara, Madrid
Ficha técnica
Reparto: Víctor Palmero
Dirección: Eduard Costa
Iluminación; Mundi Gómez
Vestuario; Eli Perucha