Nos hemos tomado un café con Caja Negra Producciones, compañía teatral formada por Ferran Plana y Elo Sjøgren que acaba de estrenar «La Voz de Cocteau» en la sala OFF Latina.
«La Voz de Cocteau» entraña «La Voz Humana» de Jean Cocteau, un texto en el que una mujer recibe una llamada de su amante que presagia el final del amor. Un monólogo que investiga ese crudo momento en el que el amor pasa de ser un elemento sólido a esfumarse por el espacio.
¿Cómo se formó «Caja Negra Producciones»?
Ferran Plana: «Caja Negra Producciones» nació a raíz de la obra «La Voz de Cocteau». Elo Sjøgren y yo nos conocimos porque él era mi profesor de ballet. Empecé mis clases dos meses antes de la pandemia. En el confinamiento me llamó y me dijo: «necesito seguir dando clases de ballet». Me ofreció clases gratuitas por videollamada durante la cuarentena y no solo aprendí ballet sino que fuimos ganando una relación, conociéndonos cada vez más y podríamos decir que el nacimiento de esta productora ha sido debido a las nuevas tecnologías en la cuarentena. Nos dimos cuenta de que queríamos trabajar juntos y cuando todo se reactivó quedamos en seguir quedando en persona. Comenzamos trabajando textos, improvisaciones… Empezamos un laboratorio creativo. Elo Sjøgren venía ya del mundo del teatro, tenía mucha experiencia y me ayudó a asentar las tablas de cómo organizar un proceso creativo. Un día vino con un texto y me dijo: «tengo un reto para ti».
Elo Sjøgren: Sí, pensé en algo especial. Quise trabajar algo que fuera un reto para él. Yo he hecho mucho teatro en mi vida pero nunca había dirigido. He escrito muchas obras en Dinamarca, pero hasta ahora no me había interesado dirigir. Juntos hemos conseguido algo que funciona. «La Voz Humana» de Jean Cocteau es un texto muy bonito, habla sobre el amor.
¿Por qué decidisteis, finalmente, trabajar el texto para llevarlo a salas? ¿Qué era lo que queríais contar e investigar?
Elo Sjøgren: Quise encontrar un texto que fuera un reto para él y que tuviera más peso lo que expresa el texto en sí que el género del personaje. Es un texto escrito para un personaje femenino pero lo que realmente me interesaba era la parte emocional de este. Por supuesto también que fuera un buen texto, pero sobre todo investigar y trabajar sobre las emociones que este entraña. Le dije: «te doy un texto muy bonito pero te doy también un reto». Todas las mujeres que lo han interpretado han tenido que pasar por un arduo y difícil trabajo. Pero quería que él experimentara, que lo creara de nuevo, que no tuviese en cuenta otras actrices que lo habían interpretado. Que creáramos una experiencia única.
Ferran Plana: Cuando recibí el texto y lo leí, me encantó… Me sentí muy identificado desde el primer momento con las acciones del personaje, las escenas de las que habla y los pensamientos, que están muy bien representados en el texto. De pronto me sentí conectado con el autor. Como si me hubiese desnudado. Pensé que era muy interesante. Era la primera vez que me sentía tan reflejado en un texto, ¡y es un texto de 1930! Todos hemos vivido desamores pero la forma en la que yo me veo reflejado en esa mujer, que en un principio parece tan distante a mí, me hizo pensar que yo podía aportar muchas cosas nuevas desde mi experiencia y lo que soy a día de hoy.
«Hemos cogido el amor, que es de lo que trata todo realmente, del amor perdido, un amor por el que ya no se puede luchar, y eso es algo universal»
¿Cómo ha sido el proceso de ensayos, teniendo en cuenta que el texto está escrito para un personaje femenino?
Elo Sjøgren: Me gustaría decir ante todo que creo que el amor no tiene género y que quizá el texto puede provocar a la gente un poco, porque este es un texto más tradicional, y la gente piensa que «tradicional» significa: «vale, pues mujeres siendo discriminadas y esclavas», en este caso es la mujer la que sufre, pero el hombre también puede sufrir cuando la mujer se va. Y si un personaje tradicionalmente femenino como el de esta obra lo interpreta un hombre, pues ya estamos cambiando ese «tradicionalismo» y viendo algo nuevo y diferente. Así que fue una decisión muy afortunada, porque hemos cogido el amor, que es de lo que trata todo realmente, del amor perdido, un amor por el que ya no se puede luchar, y eso es universal y el género da igual. Lo que mantuvimos de la original, lo máximo posible, fue el teléfono (algo que ya no usamos, usamos móviles), y el hecho de que se fume. He decidido mantenerme fiel al texto original.
Ferran Plana: A mí me gusta pensar que si una cosa funciona, funciona. Si el texto, tal y como era en su tiempo, me emocionó cuando lo leí… ¿por qué cambiarlo? ¿por qué cambiar ciertas cosas que son de la época? Es un texto tan bien escrito, tan profundo que habla de cosas que están tan dentro de nosotros que el género del personaje queda en una capa superficial que no importa. Es el pequeño animalito que llevamos todos dentro, el animal que se enamora y que odia. El animal más cercano al niño o a la niña que tenemos todos dentro. Ese niño o niña no tiene género, es algo que desarrollamos más tarde en base a las normas que dicta la sociedad sobre lo que debería ser una mujer o un hombre. El público ve una figura masculina hablando en femenino. Eso lo que consigue es desfigurar el género y conseguir que esos sentimientos más profundos salgan a la luz sin que quede emborronado en un personaje más superficial.
¿Estáis actualmente preparando algún proyecto más?
Elo Sjøgren: Sí, acabo de escribir una nueva obra llamada «Nos vemos en el cielo», una comedia sobre el negocio cinematográfico en el que los personajes son un hombre y una mujer. Una comedia muy loca sobre el género sexual. Loca pero con mucho de nuestra realidad.
Ferran Plana: Estamos tratando de expandirnos en conocimientos y buscar nuevos procesos de trabajo. Por ejemplo, «La voz humana» fue cogiendo un texto ya escrito, volcándonos en él y empezando a remar. Luego hubo otro proceso del que nació «Happy Pony», que se ha representado durante tres meses en el Off de la Latina, que salió improvisando y de ahí Elo le dio forma. Y con esta nueva obra que comenta Elo, ha surgido escribiendo un texto como inicio. Ahora mismo tenemos dos obras estrenadas, con su forma, su dirección, sus actores que han funcionado y dos textos escritos esperando a ser producidos. La inversión ahora mismo es privada, nuestra, y estamos buscando nuevos recursos de financiación y también queremos analizar diferentes posibilidades para que la máquina siga produciendo. Tenemos muchas ganas de trabajar, de crear y eso es lo que nos mueve.
Elo Sjøgren: En los 90 escribí muchas obras en Dinamarca y tuve una gran carrera como escritor, también en Alemania. Dejé de escribir obras teatrales porque no me gustaba lo que veía, me aburría la performance. Yo no las dirigía en ese entonces. Ahora las dirijo y me encanta. Es una pasada porque hay que ser muy organizado, todo un trabajo. En Dinamarca los teatros me pagaban por escribir un texto y eso era una ventaja, aunque había también mucha presión. Ahora, en cambio, hay que hacerlo todo: producirlo, escribirlo, buscar un teatro… Es mucho trabajo y es muy interesante aprender cómo funciona.