Conectar con la realidad es la intención que persigue “Reiniciando”, una obra escrita e interpretada por el actor Bernardo Rivera. Un espectáculo en formato unipersonal que trata una historia conocida, la pandemia de la COVID-19, pero desde un enfoque particular Lucas, Santi y Valeria son los nuevos protagonistas de esta comedia que harán a los espectadores partícipes de su evolución personal ante situaciones conflictivas.
Yo empecé a estudiar interpretación en Sevilla, en una escuela que se llama Viento Sur Teatro. Lo compatibilizaba mientras yo estudiaba Derecho. Una vez que acabé la universidad y me licencié, fue cuando me trasladé a Madrid y estudié en la escuela de teatro Bululú 2120 los tres años, lo que es la Diplomatura de Interpretación.
Una vez que acabé la escuela, con un compañero actor, creamos nuestro primer espectáculo que se llamaba “B.U.P Bolillos Unión Penosa” y creamos una compañía que se llama HnoA que significa “Humoristas No, Actores”. Fue el primer espectáculo con el que nos dimos a conocer. Ganamos un Premio a Mejor Obra en el certamen Villa de Loeches de teatro e hicimos con esa función muchísimas representaciones. Era una obra donde éramos dos actores, escrita por los dos y cada uno hacía como cinco o seis personajes diferentes. Era una comedia.
¿Qué cambios se han producido desde esa obra hasta la actualidad?
Muchos cambios. Cuando empezamos en 2004 no teníamos ni idea de cómo empezar y cómo escribir. En 2013 es cuando yo me puse por mí cuenta como compañía, que es la compañía Qué jArte!. Empezamos con un espectáculo infantil y ya, el gran salto, fue cuando escribí en solitario el primer espectáculo de la compañía, “El curso de tu vida”. También es un espectáculo unipersonal donde interpreté a cinco personajes diferentes que coinciden en un curso de cocina crudivegana. En esta ocasión quería volver a ese formato porque entremedio, desde que estrenamos “El curso de tu vida” en 2016, hemos estrenado en 2019 “Incondicionales” que la coescribí con Tomás Naranjo-Cluet. Estuvimos en el Teatro Lara, al igual que con “El curso de tu vida”. Después en el 2020, en plena pandemia, también pudimos estrenar un espectáculo dentro de Surge Madrid 2021 que se llama “Negra Sombra”, y con el que estuvimos en el Festival FOC de Sevilla que ganamos el Premio a la Mejor Interpretación. Este es el nuevo espectáculo que arranca ahora prácticamente.
¿Hubo alguna obra, espectáculo o dramaturgo que le influyera en su carrera profesional y marcara el camino hacia su forma de contar historias?
La verdad que he sido muy autodidacta porque empecé con esta obra que te he comentado de “B.U.P Bolillos Unión Penosa” y es un tipo de humor que tiene mucho que ver con este sentido ácido del humor. También hay una compañía de teatro que me encanta, Sexpeare. Hicieron “¡Qué Pelo Más Guay!”. Fue muy referente porque conecté mucho con su humor. Han hecho otras obras que también son muy divertidas. Ese tipo de humor es el que he querido siempre reflejar. Una obra de teatro que tenga comedia pero que también pasen más cosas, que tenga un poco de trascendencia, que le pasen cosas a los personajes, que vayan evolucionando.
El factor común yo creo que es la familia, las relaciones personales, la amistad, el amor…Es la temática general con la que yo suelo trabajar. La muerte siempre está también presente en todas las obras. Y, sobre todo, los personajes. Cómo son los personajes y cómo se desarrollan. A la hora de escribir siempre pienso qué personajes, dónde se encuentran, qué les va pasando, qué conflictos tienen con ellos mismos y con los demás…A partir de ahí es cuando yo suelo empezar a escribir.
Trata desde el momento de la declaración del estado de alarma donde cada uno de estos personajes les toca vivir la pandemia en su respectivo hogar. Dos son hermanos, dos han sido pareja entre ellos y los tres son grandes amigos, aunque los que han sido pareja han perdido un poco el contacto. La pandemia les va a suponer a ellos un poco volver a tomar el contacto que habían perdido entre ellos.
La idea surgió en pleno confinamiento porque me regalaron un libro que se llama “El camino del artista” de Julia Cameron. Me lo regalaron antes de la pandemia y la verdad que nunca había tenido tiempo de leerlo. Fue justo empezar el confinamiento y empezar a leerlo. Me lo habían comentado varias personas porque ayuda mucho a sacar esa parte creativa y el aprender a escribir. Fue a raíz de ahí que empecé a hacer el libro. Son 12 semanas de seguimiento que hay que hacer con unos ejercicios, unas actividades hasta que hay un momento que surge escribir. De hecho, empecé a escribir y dije “no voy a escribir sobre el confinamiento porque va a escribir todo el mundo”. Pero, al final, no me pude resistir. Era algo que estábamos viviendo y, además, lo quería contar de una forma distinta que no fuera en ese momento en concreto, que no se ciñera a los meses que hemos estado en confinamiento sino que la obra avanzara al igual que la pandemia. La obra va pasando por diferentes etapas hasta la propia actualidad que es cuando se representa la obra de teatro.
Uno de los personajes es actriz entonces cómo vive la actriz, que se queda sin trabajo, sin teatro, que vive para Instagram, hacer aparentar e intentar entretener a un público que en realidad tampoco le interesa su vida de actriz porque cada uno tiene sus propios problemas. Ahí hay un poco de esa crítica al teatro, a los problemas que ha tenido porque hay un momento en el que estamos en 2020 y ella está retomando los ensayos, le cancelan todas las funciones porque hay una nueva ola. Esa crítica de que a ella le hacen responsable de la situación actual que hay. Si fueras productora teatral te darías cuenta de que hay mucho que se pierde y ella misma, al final de la obra, va a conseguir escribir su propia obra y producir su propia obra de teatro. Hay un poco de sacrificar en el teatro, del resurgir, al reiniciar y apostar por tus propios espectáculos.
Todos los personajes tienen parte de mí. En este caso, el personaje de Valeria es la primera vez que decide arriesgarse. Todos tienen algo de mí. Lucas es sevillano porque yo soy sevillano y trabaja en un canal de televisión, que ahí no tengo nada que ver, pero sí que tengo referentes. El otro es muy meticuloso, reservado que, a veces, también tengo esa parte. Todos tienen un poquito de mi personalidad.
Los tres personajes son productos de su imaginación pero, ¿con cuál llega a tener mayor conexión?
Con Lucas es con el que me siento más identificado, aunque también con Valeria. Lucas porque es esa forma de hablar, tan simpático, tan dicharachero, que va para arriba y para abajo, que le cuesta expresar sus sentimientos pero a la vez, de repente, suelta y dice cosas que no debería y mete la pata. Después Valeria también tengo muchas cosas de ella, de esa locura de cambiar.
¿Cómo se prepara para ser capaz de disociar a estos tres personajes?
Es un trabajo muy concienciado, muy pormenorizado con el director, marcando muy bien cómo se expresa, cómo se mueve, cómo respira cada personaje. Tener muy bien marcado la forma de hablar, la forma de relacionarse porque, además, me cambio en escena entonces el público es cómplice de esos cambios de personaje durante la función. Es complicado, la verdad, pero como estoy acostumbrado por la otra obra, “El curso de tu vida”, en la que hacía cinco personajes tenía esa baza a mi favor.
Sobre el escenario, cómo se sientes más cómodo, ¿en equipo o en solitario?
Cuando acabé “El curso de tu vida” dije “lo próximo que necesito es compañía”, porque me sentía solo con mi técnica. Estaba solo en el escenario y decía “por favor, quiero a otra persona”. La verdad que se agradece y para escribir es más fácil, además, escribir diálogos que monólogos. Disfruté mucho cuando hacía el unipersonal y enseguida quería volver a tener compañeros y, los otros dos espectáculos, han sido con compañeros. Esta vez ha sido como venga, voy a volver a mi formato. Voy a volver a estar solo en el escenario y llevar todo el peso porque, al final, es más responsabilidad y más riesgo.
La obra es representada en un formato unipersonal, ¿a qué se debe esta elección?
El unipersonal surgió porque quería ver, primero, un reto personal de seré capaz de hacer esto con la directora, Pepa Rus. Era un poco la idea de los dos. Fuimos creando los personajes, la historia y fue cuando ella me dijo “escríbelo en solitario”. Ese fue el reto, “¿cómo voy a escribir yo una obra de teatro unipersonal solo con varios personajes en determinadas circunstancias?”.
¿En qué medida se encuentra presente el espectador en esta obra?
Los personajes hay momentos en los que rompen la cuarta pared, se dirigen directamente al público. Hay momentos en los que vemos a los personajes en su vida privada de forma individual que mantienen un contacto, vía telefónica o vía Zoom, con los otros personajes pero hay momentos en el que los personajes, una vez vemos su situación, cortan y tienen un contacto directo con el público. Les plantean al público la situación en la que se encuentra en ese momento, es decir, si estamos en el día del estado de alarma pues el personaje habla directamente con el público sobre ese momento. Si estamos en el 14 de agosto, que es el Día de la Almudena en Madrid, en ese momento precisamente hace cómplice al público sobre lo que le está pasando.
¿Puede la comedia tratar sobre cualquier temática, siempre y cuando, sea en tono de humor?
Yo creo que sí, lo que pasa que es verdad que hay temas delicados y hay que hacerlo con mucho cuidado y mucho respeto. Lo que sí es verdad que el humor es humor y la comedia hay que respetarla porque si no se puede hablar de nada, al final, te limita. Yo de lo que hablo es porque hablo de lo que quiero, no me limita nada a la hora de escribir. Lo que pasa que son comedias para un público amplio en ese sentido. No son un tema muy delicado donde voy a sentir a la gente incómoda.
¿Qué papel le gustaría hacer pero que todavía no ha tenido la oportunidad de interpretar?
No lo sé, igual un papel más dramático o ser dirigido por Pablo Messiez, estar en un espectáculo del Centro Dramático Nacional y estar dirigido por ese tipo de director.
Qué opina de las plataformas audiovisuales de teatro, ¿pueden concebirse como el nuevo futuro teatral?
Yo no lo veo la verdad. El teatro está para ser vivido en directo, en vivo. Sí es verdad que con la pandemia alguna obra de teatro he visto y, si hay una buena edición, te puede interesar y ser atractiva pero yo no lo veo a día de hoy. Para eso está el cine y las plataformas de Netflix que tienen esos formatos de audiovisual que es para el público que ve audiovisual. El teatro no quedaría bien. No estoy muy a favor, la verdad.
¿Cuál ha sido la ultima obra que ha visto?
Fui a ver “Capullas?”. Suelo ir bastante al teatro. Son cinco mujeres en escena. Es un musical entonces van a un casting y van interpretando diferentes canciones. A nivel de cantante eran fabulosas y el personaje de cada uno de ellas era fabuloso. Te hacían muy partícipe y disfrutabas mucho con las canciones.
¿En qué proyectos se encuentra inmiscuido actualmente?
Sobre todo, a nivel teatral, con los cuatro espectáculos. “El curso de tu vida” que ahora en marzo vamos al Teatro Real Carlos III de Aranjuez. Con “Incondicionales” vamos a estar en abril en Zaragoza. “Negra Sombra” estaremos en en junio y con “Reiniciando”, que empezamos aquí en Teatros Luchana. De momento con los cuatro proyectos teatrales nos está yendo muy bien.